Gedichten met een ziel / Seele
BLAS DE OTERO
Canto primero
Definitivamente, cantaré para el hombre.
Algún día – después -, alguna noche,
me oirán. Hoy van – vamos – sin rumbo,
sordos de sed, famélicos de oscuro.
Yo os traigo un alba, hermanos. Surto un agua,
eterna no, parada ante la casa.
Salid a ver. Venid, bebed. Dejadme
que os unja de agua y luz, bajo la came.
De golpe han muerto veintitrés millones
de cuerpos. Sobre Dios saltan de golpe
– sorda, sola trinchera de la muerte –
con el alma en la mano, entre los dientes
el ansia. Sin saber por qué, mataban;
muerte son, sólo muerte. Entre alambradas
de infinito, sin sangre. Son hermanos
nuestros. ¡Vengadlos, sin piedad, vengadlos!
Solo está el hombre. ¿Es esto lo que os hace
gemir? Oh si supieseis que es bastante.
Si supieseis bastaros, ensamblaros.
Si supierais ser hombres, sólo humanos.
¿Os da miedo, verdad? Se que es más cómodo
esperar que otro – ¿quién? – cualquiera, otro,
os ayude a ser. Soy. Luego es bastante
ser, si procure ser quien soy. ¡Quién sabe
si hay más! En cambio, hay menos: sois sentinas
de hipocresía. ¡Oh, sed, salid al día!
No sigáis siendo bestias disfrazadas
de ansia de Dios. Con ser hombres os basta.
Ángel Fieramente humano 1950
Erster Gesang
Es steht fest, mein Gesang gilt dem Menschen.
Eines Tages – danach – eines Nachts
werden sie mich hören. Heute treiben sie- treiben wir –
ziellos,
taub vor Durst, hungrig vor Dunkelheit.
Ich bring euch ein Morgenlicht, Brüder. Ich reich euch
ein Wasser,
kein ewiges, es staut sich vor dem Haus.
Gehf raus und seht. Kommt, trinkt. Lasst mich
euch salben mit Wasser und Licht, unter dem Fleisch.
Auf einen Schlag sind dreiundzwanzig Millionen Leiber
gestorben. Sie fallen über Gott her, auf einen Schlag
– tauber, einziger Schützengraben des Todes-,
in der Hand die Seele, zwischen den Zähnen
das Sehnen. Ohne zu wissen warum, töteten sie;
Tod sind sie, nur mehr Tod. Zwischen Drahtverhauen
des Unendlichen verblutet. Es sind Brüder
von uns. Rächt sie erbarmungslos, racht sie!
Der Mensch ist allein. Entringt euch das
ein Seufzen? O wüsstet ihr doch, dafi dies genügt.
Könntet ihr euch selber genügen, euch zusammentun.
Könntet ihr Mensch sein, menschlich, sonst nichts.
Euch ist bange, nicht wahr? Ich weiss, es ist leichter
zu warten, bis ein anderer- wer? – irgendwer, ein
anderer,
euch helfe zu sein. Ich bin. Folglich ist es Sein
genug, wenn ich zu sein trachte, der ich bin. Wer weiss,
ob es mehr gibt! Weniger hingegen gibt es: ihr seid
Kloaken
der Heuchelei. O werdet doch ihr selbst, tretet ans Licht!
Bleibt nicht langer jene mit Gottessehnsucht
getarnten Schächer. Es reicht, wenn ihr Menschen seid.
Deutsch von Gustav Siebenmann
A la inmensa mayoría
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió par dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.
Así es, así fue. Salio una noche
echando espuma par los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adonde:
adonde el aire no apestase a muerto.
Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.
¡Aqui! jLlegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos mis versos par un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y tantos.
Pido la paz y la palabra, 1955
An die grosse Mehrheit
Hier steht, mit Lied und Seele, jener Mensch,
der liebte, lebte, innerlich starb
und eines Tages auf die Strasse ging und endlich
begriff: und alle seine Verse zerriss.
So ist es, so geschah es. Es war Nacht,
und er stürzte hinaus, mit schäumenden Augen, rasend
vor Liebe, auf der Flucht irgendwohin:
wo die Luft nicht nach Leichen röche.
Friedenssonnensegel, van Wimpeln umwogt,
waren seine Arme, gleich Flammen im Wind;
Blut brandete gegen die Brust, gewaltige
Wogen van HafS, seht, über den ganzen Korper.
Hierher! Kommt! Weh! Schreckliche Engel
kreuzen in flacher Bahn den Himmel;
abscheuliche Fische aus Stahl gleiten
auf den Schultern des Meers, von Port zu Port.
All meine Verse geb ich hin für einen Menschen
in Frieden. Hier steht,. in Fleisch und Blut,
mein letzter Wille. Bilbao, den elften April
der neunzehnhundertfünfziger Jahre.
Deutsch von Gustav Siehenmann
Por venir
Madre y madrastra mía,
España miserable
y hermosa. Si repaso
con los ojos tu ayer, salta la sangre
fratricida, el desdén
idiota ante la ciencia,
el progreso.
Silencio,
laderas de la sierra
Aitana,
rumor del Duero rodeándome,
márgenes lentas del Carrión,
bella y doliente patria,
mis años
por ti fueron quemándose, mi incierta
adolescencia, mi grave juventud,
la madurez andante de mis horas,
toda
mi vida o muerte en ti fue derramada
a fin de que tus días
por venir
rasguen la sombra que abatió tu rostro.
Que trata de España, 1964
Künftig
Mutter mein, und Stiefmutter,
Spanien, elend
und schon. Durchstöbere ich
mit den Augen dein Gestern, so scheuch ich auf das Blut
des Brudermords, das törichte
Verschmähen der Wissenschaft,
des Fortschritts.
Stille,
Hanglagen der Aitana-
Berge,
Rauschen des Duero rundum,
träge Ufer des Carrión,
schöne und schmerzende Heimat,
meine Jahre
für dich im Schwelbrand verzehrt, meine ungewisse
Kindheit, meine belastete Jugend,
die schreitende Reife meiner Stunden,
all
mein Leben oder Tod hab ich in dir verströmt,
damit deine Tage
künftig
den Schatten aufreifien, der dein Antlitz niederschlug.
Deutsch von Gastav Siehenmann
CARLOS BOUSONO
Salvación de la vida
Ven para acá. Qué puedes decir. Reconoces
tácitamente a la aurora.
El aire se ensancha en irradiaciones o en círculos
y todo queda listo para una eternidad que no llega.
Yo y tú y todos los otros, sumados,
enumerados, descomponemos el atardecer,
mas la fuerza de nuestro anhelo es una victoria levísima.
Somos los herederos de una memoria sin fin.
Se nos ha entregado un legado de sueño
que nos llega a las manos desde otras manos y otras
que se sucedieron con prisa. Llevemos
sin parsimonia nuestra comisión delicada. Pongamos
más allá de nosotros, a salvo de la corrupción de la vida,
nuestro lenguaje, nuestros usos, nuestros vestidos,
la corneta del niño, el delicado juego sonoro,
la muñeca, el trompo, la casa.
El niño juega, el niño se adueña de su situación y domina.
Es el bandido, el señor, el malvado,
el generoso, el risueño.
Coge entre sus manos arena y construye un castillo,
toma piedras, levanta catedrales o juega
con la compacta peonza.
Se esconde detrás de una cama o astuto sonríe
amparado par el biombo chinesco.
Qué risas las que se escuchan después cuando el niño
es descubierto por la argucia de otro, al correr de los
siglos.
Buscad, buscad ahora de nuevo sin descanso en la alcoba,
detrás del armario, en el cuarto trastero.
Allí escondido sofoca su risa el muchacho,
reprime el estallido de su felicidad de vivir para siempre,
junto a mamá y al perro y al area.
Buscad, buscad en el desvan, en el derrotado jardín,
tras el viejo olmo, o el roble o el cedro.
Mirad hacia arriba. Encaramado se encuentra el
muchacho,
y todo vive como ayer, animoso.
Pongámoslo todo a salvo. Entreguemos
pronto nuestro lenguaje a este niño,
ensenemosle a decir «vida», «humanidad», «esperemos»,
enseñemosle a hacer una casa, una carretera, un camino.
Salvémoslo todo, queda poco tiempo, este campo,
salvemos el carromato, el colchón, la vieja cubierta del
coche,
el carbón del hogar, el atizador, el sombrero.
Queda todavía una chaqueta detrás de la puerta trasera,
ponla también en el carro. Y el rudo martillo.
Algo se nos olvida, no sé lo que es,
ay, marchemos, el niño,
se nos olvida el trompo, el carrito, el jilguero,
se nos olvida el perro guardián. Vete pronto a buscarlo,
ay que me muero, es el río
que ya no se escucha, es el aire
que no se respira, es el viento
que no corre, y el campo
que ya noseve . . . Mas vosotros, seguid.
Invasión de la realidad. 1962
Lebensrettung
Komm hierher. Was kannst du sagen. Du anerkennst
stillschweigend das Morgenrot.
Es -weitet sich die Luft in Strahlenbündeln oder Kreisen,
und alles steht bereit für eine Ewigkeit, doch die bleibt
aus.
Ich und du und die anderen, alle zusammen,
alle gezählt, verderben wir die späte Zeit,
und doch bringt die Kraft unseres Sehnens einen
hauchdünnen Sieg.
Wir sind die Erben eines Gedenkens ohne Ende.
Man hat uns ein Traumvermächtnis uberreicht,
das in unsere Hände gelangt aus anderen Händen und
anderen noch,
die eilig aufeinanderfolgten. Nehmen wir,
ohne zu geizen, den heiklen Auftrag auf uns. Bringen wir,
jenseits van uns, in Obhut vor dem Raubbau des Lebens
unsere Sprache, unsere Bräuche, unsere Kleider,
die Kindertrompete, das empfindliche Glockenspiel,
die Puppe, den Kreisel, das Haus.
Das Kind spielt, das Kind erfafit seine Rolle und herrscht.
Es ist der Räuber, der Herr, der Bosewicht,
der Edelmütige, der Heitere.
Es nimmt den Sand in die Hände und baut sich ein Schloss,
greift Steine auf und errichtet Dome oder spielt
mit dem gedrungenen Brummkreisel.
Es versteckt sich hinter dem Bett oder kichert verschmitzt
im Schutz der spanischen Wand.
Welch ein Lachen erschallt, wenn danach das Kind
vom Spürsinn des anderen entdeckt wird, iiber
Jahrhunderte hin.
Sucht, sucht nun von neuem, pausenlos, im Schlafraum,
hinter dem Schrank, in der Rumpelkammer.
Dan steckt der Junge und erstickt sein Lachen,
hält denj ubelschrei zurück ob dem Glück, für immer zu
leben
bei Mama, beim Hund und dem Flitzbogen.
Sucht, sucht weiter im Speicher, im verwilderten Garten,
hinter der alten Ulme oder der Eiche oder der Zeder.
Schaut hinauf. Emporgeklettert ist der Junge,
und alles lebt, wie noch gestern, voller Mut.
Bringen wir alles in Obhut. Überreichen wir
unsere Sprache rasch diesem Kind,
bringen wir ihm bei zusagen »Leben«, »Menschheit«,
»wir wollen hoffen«,
bringen wir ihm bei, ein Haus zu bauen, eine Strasse,
einen Weg.
Retten wir alles, es bleibt wenig Zeit, dieses Feld,
retten wir den Karren, die Matratze, die Wagendecke,
die Kohle aus dem Herd, das Schüreisen, den Hut.
Da hängt noch eine Jacke an der Hintertür,
leg auch die auf den Wagen. Und den groben Hammer.
Irgendwas haben wir noch vergessen, ich weiss nicht was,
ach, wir mussen gehn, das Kind,
wir vergessen den Kreisel, das Wägelchen, den Distelfink,
wir vergessen den Hüterhund. Lauf schnell und hol ihn,
ach, ich kann nicht mehr, es ist der Fluss,
den man nicht mehr hört, es ist die Luft,
die man nicht mehr atmen kann, es ist der Wind,
der nicht mehr weht, und das Land,
das man nicht mehr sieht … Ihr aber, zieht weiter.
Deutsch von Gustav Siebenmann
Gerardo Diego
Ángelus
Sentado en el columpio
el ángelus dormita
Enmudecen los astros y los frutos
Y los hombres heridos
pasean sus surtidores
como delfines líricos
Otros más agobiados
con los ríos al hombro
peregrinan sin llamar en las posadas
La vida es un único verso inteminable
Nadie llegó a su fin
Nadie sabe que el ciele es un jardín
Olvido
El ángelus ha fallecido
Con la guadaña ensangrentada
un segador cantando se alejaba
Imagen (1918-21), 1922
Angelus
Rittlings auf der Schaukel
döst der Angelus
Es verstummen die Sterne und die Früchte
Und die verletzen Menschen
führen ihren Springquell spazieren
wie lyrische Delphine
Ander schwerer bedrückte
mit den Flüssen im Schlepp
pilgern und pochen an keiner Herberge
Das Leben ist ein einziger endloser Vers
Niemand kam je an sein Ziel
Niemand weiss dass der Himmer ein Blumenspiel
Vergessen
Der Angelus ist verstorben
Mit der Sense blutig rot
zog ein Schnitter singend davon
Deutsch von Gustav Siebenmann
If you want to buy one of this paintings, please visit: http://www.saatchiart.com/canandanann
If you don’t find a piece, please contact me. Not all my work is found on Saatchi (I posted only a small collection). Collectioners in Holland, Belgium or Germany can contact me directly.
A collection of my paintings yoj find also on my website: http://johnhacking.weebly.com
More information about my work and my paintings, and my vison on art, you can find on: www.canandanann.nl